Enseñarle a un niño esquiar sobre el agua puede llegar a ser una misión imposible para los padres y una experiencia poco gratificante para el hijo si no se cuenta con el método correcto y progresivo de los pasos necesarios que se deben cumplir a «raja tabla», previo a remolcarlo detrás de la lancha.

Sabemos que detrás de una salida de fin de semana en el río o lago, se encuentra detrás una inmensa inversión destinada a la compra de la embarcación, el pago de la guardería, la nafta, los equipos de esquí ó wakeboard y el deseo de compartir una experiencia familiar única y divertida, que una ese vínculo tan presiado.

Es por ello, que nos detuvimos a crear un proceso de aprendizaje progresivo con el paso-a-paso de los ejercicios ó actividades clave que deben respetar y llevar a cabo los padres a la hora de enseñarles a sus hijos a esquiar ó hacer wakeboard por primera vez.

Vamos entonces a describirlos el orden cronológico:

  1. Una vez adquirido el equipo ideal ( esquí acuático ó wakeboard ), recomendamos a los padres compartir unos minutos con sus hijos en la pileta: pónganle un chaleco salvavidas y, donde hagan pie, colóquenle el equipo en sus pies y acompáñenlos en su proceso de adaptación a flotar en el agua con los esquíes o wakeboard. Parece una actividad fácil para un adulto, pero no para un niño. Será clave la presencia cercana de un adulto en todo momento, para trasmitirle seguridad y confianza. A modo de juego, ir moviendo al niño lentamente por el agua, simulando las condiciones que suelen esar presentes en el río o lago. Una vez que el niño sepa flotar con los esquíes ó wakeboard correctamente y se lo note seguro y estable, entonces entrará en juego la cuerda ó manillar. Con este ejercicio lo que queremos es que el niño sepa flotar con normalidad a la vez que pueda sostener la cuerda con una mano y escuadrarse hacia donde se simule estar la lancha. L aidea es que pueda sostener la cuerda con un mano, mientras reme con la otra en círculos hasta queda escuadrado con la lancha ( simulando estar listo para ser remolcado ). Así mismo deberá aprender a pasar la cuerda por encima de su cabeza para evitar quedar enroscado en su propia cuerda. Este será un «ejercicio clave» que les ahorrará muchísimo tiempo, paciencia, dolores de cabeza y frustraciones a la hora de la verdad. Por último, se podrá remolcar lentamente al niño por la pileta para establecer su equilibrio lateral y su agarre del manilalr con sus dos manos.
  2. Es hora de ir al simulacro en tierra: acalo importante será hacerlos parar encima de los esquíes ó wakeboard y arrastarlos con suavidad a través del césped , utilizando un manillar . La clave estará en incorporar la habilidad del equilibrio mientras se desplaza por encima del pasto. Entrara en juego la fuerza abdominal, brazos y piernas para mantenerse deslizándose. El niño estará viviendo una experiencia lo más cercana a la fricción futura con el agua.
  3. Una vez superado este ejercicio, recomendamos llevar al niño a una playa ó costa con poca profundidad en su orilla para replicar el ejercicio anterior, PERO ahora sí en el agua. Para ello el papá deberá esfrozarse para remolcar al niño por el agua, «al trote».
  4. Cumplidos estos 3 pasos, ya será hora de llevarlo al medio del río ó lago. Imaginen, a esta altura, toda la experiencia transitada por el niño: ya cuenta con una vasta experiencia de flotación, equilibrio, fuerza y control, que jamás hubiera experimentado de haberlo tirado al agua de una.

Seguramente la familia disfrutará de un día inolvidable y querrán volver a vivir de esa experiencia todos los fines de semana.


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